Valentina sonríe cada vez que le preguntan algo sobre lo que escribe, pues sin duda alguna ella disfruta contar las historias que brotan de su imaginación y con las que encuentra una forma de poder transformar el mundo que la rodea. Ella es una de las ganadoras de nuestro concurso A que te cuento Itagüí, pero sobretodo, es una amante de las letras y las historias.
Valentina Ortiz Cortés tiene 17 años y cursa el grado once en la Institución Educativa Concejo Municipal de Itagüí. Ella es una joven que ve en cada cosa que la rodea una historia para contar, pues escribe desde que tiene memoria, “siempre he creado muchas historias, a mi familia la lleno de poemas y cuentos. Tengo muchas libretas con todas las historias que se me ocurren”, cuenta Ortiz.
En el 2014, cuando salió la convocatoria para participar en el concurso A que te cuento Itagüí, fue un profesor de Valentina quien la animó para que participara, “Francisco me insistió, me dijo tú tienes el talento y puedes hacerlo, y así fue como decidí participar”, explica Valentina entre sonrisas.
Su cuento relata la historia de la estatua “El Reto”, monumento que se encuentra ubicado en el parque El Artista del municipio de Itagüí. Valentina recreó una historia de dos personajes que se encuentran unidos por un aro, llevando una vida insoportable debido a las diferencias y sin poder separarse, hasta que un día una paloma se posa en ellas y les ayuda a comprender que a pesar de sus diferencias, están hechas la una para la otra.
Para Valentina, esta historia tiene un significado muy grande, pues en este lugar fallecieron dos familiares y a través de la escritura encontró la forma de honrar la memoria de ellos. Además, la historia se basa en una experiencia mucho más cercana, “yo soy melliza, y quise que esta historia contara un poco de lo que vivo con mi hermana. Somos personas muy diferentes, polos opuestos, pero aun así sabemos que somos un complemento”, explica Valentina entre risas, pues entre las dos conforman un dúo artístico, en el que Valentina escribe, y Valeria, su hermana, dibuja y pinta sus propias historias.
El día en que se realizó la premiación del concurso de cuento, Valentina estuvo acompañada de su madre y el profesor Francisco. Llegó con las expectativas de si sería una de las ganadoras, y cuando escuchó su nombre, la emoción fue total “me temblaban las piernas de los nervios, pues era la primera vez que recibía un reconocimiento por mis escritos”, expresó Valentina.
Actualmente esta joven se encuentra próxima a finalizar sus estudios de bachillerato, y cuando le preguntan por lo que anhela, con gran convicción y con la mirada de una joven soñadora, ella dice “sueño con ser feliz haciendo lo que me gusta, describiendo el mundo en palabras, y aunque a veces siento un poco de miedo dedicarme a esto, pues ser escritor es arriesgarse a ser amado o no ser aceptado, no quiero dejar de hacerlo nunca”. Valentina también quisiera poder estudiar ingeniería ambiental, sin dejar a un lado su gusto por la fantasía, las letras y la cocina.
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