EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA

Huerta Escolar

Institución Educativa

Diego Echavarría Misas

Líder de la Experiencia

Docente Sonia Torres Gamboa
soniatorres@iediegoemisas.edu.co

Objetivo general:

Promover hábitos alimentarios saludables y conciencia ambiental en la comunidad educativa de la Institución Educativa Diego Echavarría Misas mediante el diseño, implementación y sostenibilidad de una huerta escolar agroecológica gestionada por estudiantes de bachillerato, articulada al PRAE, que integre prácticas de cultivo orgánico, educación nutricional y participación activa de familias y personal institucional.

Objetivos específicos:
Elaborar un plan de siembra participativo que seleccione variedades locales de ciclo corto, determine calendarios de rotación y asigne áreas de cultivo a los distintos cursos de bachillerato.
Producir y aplicar abonos orgánicos mediante la instalación de composteras escolares, utilizando residuos vegetales del comedor y evaluando periódicamente la calidad del sustrato.
Diseñar, construir y mantener un sistema de riego por gravedad, aprovechando la topografía del plantel y la asesoría técnica de los estudiantes de Mecánica Industrial para garantizar eficiencia hídrica.
Desarrollar un módulo de automatización y monitoreo (sensores de humedad, temperatura y nivel de agua) programado por el semillero de Desarrollo de Software, con alertas que optimicen el riego y la fertilización.
Ejecutar jornadas de capacitación y sensibilización dirigidas a estudiantes, familias y personal de la cafetería sobre prácticas de cultivo sostenible, manejo de abonos y beneficios nutricionales de los productos de la huerta.
Implementar un sistema de seguimiento de indicadores: tasa de germinación, rendimiento de cultivos, reducción de residuos orgánicos y participación comunitaria para evaluar y ajustar el proyecto continuamente.
Acciones implementadas:
En la fase inicial, los estudiantes de grado 11 realizaron un sondeo de hábitos alimentarios para conocer las preferencias y necesidades de la comunidad escolar. Luego, se llevó a cabo un mapeo participativo del patio para evaluar el espacio disponible para la huerta y determinar la mejor ubicación para las camas. Los estudiantes, con el apoyo de los docentes, también analizaron el suelo para decidir qué especies de ciclo corto sembrar. El cronograma de siembra se diseñó en conjunto por los estudiantes y compartido en una matriz en Google Drive, lo que permitirá su monitoreo en tiempo real.
Los estudiantes de Mecánica Industrial colaboraron en el diseño y construcción de camas de cultivo, comenzando con camas de madera, luego con estructuras plásticas recicladas y separándolas con estructuras metálicas más duraderas. Estas camas están equipadas con un sistema de riego por gravedad, aprovechando la pendiente del techo y sus canales. Este sistema será dimensionado por los estudiantes de Mecánica Industrial, quienes también diseñarán el sistema de distribución de agua para maximizar la eficiencia.
El sistema de riego se automatizará mediante el uso de microcontroladores ESP32 programados por los estudiantes de Desarrollo de Software. Los sensores de humedad y temperatura se integrarán al sistema para generar alertas cuando el sustrato necesite riego. Este enfoque permitirá a los estudiantes de Software aplicar sus conocimientos en programación y automatización.
Durante la implementación, los semilleros de estudiantes realizarán rotaciones semanales en brigadas para realizar tareas como la preparación de camas, la siembra y la aplicación de compost obtenido del lombricultivo, realizado con residuos del comedor. El compost se elaborará utilizando residuos orgánicos como cáscaras de frutas y restos de comida. Los estudiantes llevarán bitácoras de trabajo donde registran el progreso de las actividades, como la tasa de germinación, el crecimiento de la biomasa, el ahorro de agua y la reducción de residuos.
Los resultados serán discutidos en círculos de reflexión mensuales, donde los estudiantes y docentes revisarán los avances y ajustarán las prácticas según sea necesario. Por ejemplo, se podría implementar un control biológico de plagas utilizando hidrolatos como extracto de ajo. Esta reflexión constante permitirá mejorar la eficiencia de las actividades y ajustarlas a las necesidades cambiantes del proyecto.
A lo largo del proceso, los estudiantes recibirán capacitaciones sobre el uso de abono casero, lombricultivo y técnicas de cultivo sostenible. Se les animará a aplicar estos conocimientos en sus tareas diarias y a compartir lo aprendido con la comunidad escolar. Los estudiantes de Software podrían desarrollar recursos educativos interactivos, como tutoriales y una aplicación para monitorear el estado de la huerta.
Al final de cada ciclo, los estudiantes presentarán los resultados de sus esfuerzos a la comunidad educativa, destacando los logros alcanzados, como el ahorro de agua, la mejora en la calidad del suelo y la promoción de prácticas sostenibles. La documentación y presentación de los resultados podría realizarse a través de una página web o una aplicación desarrollada por los estudiantes de Software, para asegurar que los logros del proyecto sean accesibles a todos.
Resultados destacados:

Los hallazgos cualitativos se consolidan a partir de registros de campo (bitácoras), entrevistas semiestructuradas. A continuación, se sintetizan, en forma integrada, los resultados:

Huerta escolar como espacio socio-pedagógico: La huerta pasó de ser un proyecto extracurricular a convertirse en “el aula viva” para Ciencias Naturales, media técnica en mecánica industrial y desarrollo de software. Docentes y estudiantes la describen como un lugar de encuentro intergrados donde “se aprende haciendo” y se refuerzan valores de cooperación. Las visitas los jueves, antes limitadas a los recreos, ahora forman parte de las secuencias didácticas; esto ha favorecido la percepción de pertinencia curricular y el sentido de pertenencia hacia el plantel.
Semillero de 20 estudiantes de Noveno: Los integrantes se autodefinen como “guardianes de la huerta”. Sus relatos evidencian un aumento de la autoestima académica: manifiestan sentirse “referentes” para sus compañeros menores y reconocen haber desarrollado competencias de liderazgo, resolución de problemas y comunicación científica.
Media técnica Mecánica Industrial y Desarrollo de Software: La colaboración entre ambas modalidades generó un discurso de innovación aplicado a la agricultura urbana. Los estudiantes de Mecánica resaltan haber trasladado conocimientos de hidráulica y resistencia de materiales al diseño de estructuras (huerta y lombricultivo), sistema de riego y canaletas; los de Software subrayan que programar sensores (automatización del riego) “con un propósito real” les facilitó comprender la relevancia social de la programación. Esta sinergia técnico-pedagógica es señalada por docentes como una práctica ejemplar de aprendizaje basado en proyectos.
Sistema de riego por gravedad y automatización: Los actores perciben el riego por gravedad como una solución “ingeniosa y apropiada” que reduce el esfuerzo físico y hace visible la aplicación de la física. La automatización, mediante alertas de humedad permite mitigar esfuerzos físicos y sostener el riego en periodos como las vacaciones.
Siembra y manejo de abono Casero: El uso de compost casero producido, ha reforzado la noción de ciclo cerrado. Los estudiantes relatan sentirse sorprendidos al “ver que los restos del almuerzo se convierten en tierra fértil”. El olor agradable y la textura fina del sustrato fueron mencionados como indicadores empíricos de calidad, incrementando el cuidado colectivo del compost.
Participación en ferias externas: La huerta fue presentada en dos ferias municipales de ciencia y emprendimiento, en 2 ferias PRAE municipales, feria del museo del agua, entre otras. Los testimonios señalan que estas salidas ampliaron el capital social de la institución: se establecieron contactos con el área metropolitana. Los estudiantes expresan orgullo por “representar al colegio” y recibir retroalimentación externa.
Capacitación y sensibilización sobre alimentación saludable: Se organizaron jornadas integrales de capacitación y sensibilización sobre alimentación saludable, dirigidas y facilitadas por ingenieros ambientales de la Secretaría de Medio Ambiente, junto con docentes de Ciencias Naturales y del programa de media técnica en Desarrollo de Software. Los estudiantes formados en la huerta escolar participaron como “replicadores”, compartiendo lo aprendido con sus compañeros y familias para asegurar que el conocimiento se multiplique y se consolide dentro de toda la comunidad educativa.
Venta de la producción a bajo costo: La venta ocasional dentro del colegio se percibe como una estrategia de inclusión. los precios sociales permiten a estudiantes de bajos recursos acceder a alimentos frescos. El excedente económico, aunque modesto, se reinvierte en semillas y herramientas, reforzando la sostenibilidad financiera y la transparencia del proyecto.
Creación del lombricultivo: La introducción de lombrices californianas fue valorada como “un paso hacia la agroecología avanzada”. Los estudiantes describen fascinación por “ver cómo las lombrices transforman los desechos” y registran la actividad en cuadernos de campo. Docentes observan que la práctica favorece la observación científica y el pensamiento sistémico.

En conjunto, estos resultados muestran un impacto cualitativo que trasciende la producción agrícola: la huerta se ha convertido en núcleo integrador de saberes técnicos, ambientales y sociales, fortaleciendo la identidad escolar, la responsabilidad comunitaria y la formación en competencias para la vida.

Frase inspiradora:

“La huerta escolar es una semilla de cambio: crece con cada mano que la cuida y florece en aprendizajes que alimentan el alma.”

Testimonios

Video