Y después de un duro trabajo, un proyecto hecho realidad: una tapa, una sonrisa

Por: Marilyn Ruiz Piedrahita y Ana María Ángel Córdoba

Jhon Alejandro Aristizábal Gallego, el contralor electo de la Institución Educativa Esteban Ochoa en el año 2014, quien ha cumplido muy bien sus labores como veedor del buen uso de los recursos del colegio, el cuidado del medio ambiente y promotor de las buenas prácticas ecológicas ha querido, desde su mandato, dar a conocer a la comunidad estudiantil un proyecto que tiene como finalidad despertar un sin número de sonrisas.

Dicho proyecto, busca aportar al trabajo social y humanitario que realiza la fundación SANAR, la cual hace un acompañamiento psicológico, social y médico a los niños, adolescentes y jóvenes que padecen de cáncer. El aporte que se hace consiste en la recolección de tapas plásticas que son acumuladas y posteriormente que son entregadas a la policía ambiental del área metropolitana, las mismas que son enviadas a la ciudad de Bogotá a través de una empresa oficial de correo, quienes a su vez hacen la entrega oficial de las tapas a la fundación SANAR. Con el dinero que se obtiene al vender estas tapas, se cumple el objetivo mismo de la fundación.

La importancia de este proyecto radica en la motivación que se instala en los estudiantes, pues a través de esta labor comprenden el verdadero significado de la solidaridad mientras que contribuyen con el cuidado del medio ambiente. Adicionalmente, saber que de cierta manera se está ayudando a niños que padecen de cáncer ha hecho que los alumnos de la Institución tengan conciencia de lo importante que es luchar por la vida, cuidarla y protegerla; por lo anterior es que hoy se puede notar que este proyecto y todo su proceso ha sacado más de una sonrisa a familias que ya habían perdido la esperanza y la ilusión.

Con el objetivo de profundizar un poco más en el tema y conocer mejor los detalles que lo rodean, le pedimos a Jhon Alejandro que nos concediera una entrevista y esto fue lo que nos contó:

Como hemos sabido, el proyecto “Una tapa, una sonrisa” no se limita únicamente a nuestro colegio, sino que a traspasado los muros para extenderse a otras comunidades educativas. ¿Cómo ha sido el proceso de expansión interinstitucional?

– Esto se dio a partir de una reunión liderada por la Contraloría Municipal y la Secretaría de Educación del municipio de Itagüí, en donde se logró con gran éxito, venderle la idea a los contralores de las diferentes instituciones, quienes tomaron la decisión de unirse a un trabajo solidario hecho en equipo, con el cual se han logrado resultados muy significativos y un gran impacto social que se ha hecho visible. El deseo de incluir a más personas no ha sido tarea fácil, pero siempre hemos contado con un apoyo constante.  

¿Qué impacto ha tenido este proyecto en la comunidad de Itagüí?

– Este, aunque ha sido un proyecto con necesidades muy especiales y en ocasiones muy difícil de sacar adelante, ha tenido un impacto muy positivo dentro de la comunidad en general. Por ejemplo, el pasado 25 de septiembre en la Institución Educativa Diego Echavarría Misas, con el apoyo de la Subsecretaría de Juventud, la policía de Prevención y Educación Ciudadana, la Secretaría de Educación, la Contraloría Municipal y la policía ambiental del Área Metropolitana, se realizó un evento en el cual se hizo una entrega oficial de tapas a la Policía Nacional. Un total de diez instituciones entregaron 86 bultos, lo que da un aproximado de 602.000 tapas plásticas. Este evento permitió evidenciar que en el municipio hubo un impacto ambiental muy significativo, además de mostrar que los jóvenes hacen parte del cambio, pues a pesar de sus diferencias, se unen en el valor de la solidaridad. 

Esto deja claro que la motivación de los alumnos llega y se nutre de la alegría que da ayudar a los demás y de entender que nuestras acciones tienen un propósito, que a su vez está conectado con el creador del universo. Este tipo de labores denotan la gran ayuda de los jóvenes hacia los más vulnerables y también queda claro que no todos los jóvenes tienen como direccionamiento de sus vidas la violencia, sino que también en sus corazones reina un gran sentido de colaboración y de amor por el prójimo.