Vida en la música

Por: Melissa Franco Mosquera

En la Institución Educativa Avelino Saldarriaga, durante el transcurso de este segundo semestre del año 2014, la música ha formado parte del talento Avelinista; ahora los descansos y actos cívicos llevan un color diferente con melodías interpretadas por alumnos que llevan la armonía a otro nivel. José David López, un joven de 16 años quien es alumno de la Institución y cursa el grado de 9°-3, es un vivo ejemplo de como progresa esta manifestación artística en nuestro colegio.

José David tenía 11 años cuando “Memo”, un profesor de la Casa de la Cultura, lo invitó a practicar con él buscando que aprendiera más sobre música y fue así como se inició en el folclor colombiano, continuó con el género de la salsa y algo de cumbia avanzada, “yo sentía ese sabor tan agradable que me impulsó a tocar”, comenta José. Él interpreta el timbal, la conga, la tambora, el alegre, el llamador, los maracones, el clarinete y los guachos, instrumentos que según él son muy pocos comparados con los que desea aprender, empezando por el saxofón y el trombón.

Actualmente, José David se identifica con la salsa, ese sonido que le transmite alegría porque incluso en los momentos en los que se siente melancólico por cuestiones amorosas su mejor remedio es el de programar una canción de este género en su computador para que todas sus penas queden en el olvido, para internarse en otro mundo donde solo existen él y sus instrumentos. Pero José David no se conforma con los instrumentos únicamente, pues se siente inmensamente atraído por el canto, tanto así que planea mejorar su técnica vocal porque siente que su voz no está aún lo suficientemente capacitada para ello.

Este joven atesora un sueño y lo cultiva constantemente lo que lo ha convertido en una persona decidida, simple, arriesgada y segura de sí misma, pues su meta principal es la de ser un excelente multintrumentista y cantante y por lo que puede apreciarse, va por muy buen camino. “Me siento diferente, no todas las personas son iguales, yo experimento cosas que los demás no entienden, es muy bonito, está en mi corazón y resulta imposible para mi explicarlo, es una meta que comienza con pequeños logros” concluye José David.